HSBC pide al nuevo Gobierno mayor claridad en sus planes de ajustes

El servicio de estudios del banco británico HSBC ha reclamado al ganador de las elecciones generales, Mariano Rajoy, «más claridad» sobre los planes de consolidación fiscal que pretende adoptar su nuevo Gobierno, al mismo tiempo que advierte de que una mayor austeridad se traducirá en una «prolongada recesión«.

En un informe sobre las elecciones españolas, la entidad destaca que el programa del partido establece «objetivos ambiciosos» para la reducción del déficit y la deuda, la creación de empleo y los cambios estructurales, pero los detalles sobre cómo se logrará alcanzarlos no están definidos.

En concreto, HSBC recuerda que los mercados están «claramente preocupados» por el sector bancario español, su reestructuración y su exposición al sector inmobiliario, por lo que considera «crucial para estabilizar la confianza del mercado» que el PP ofrezca más detalles sobre qué piensa hacer en este campo.

La entidad apunta que el PP ha prometido acelerar reformas estructurales tan necesarias como la negociación colectiva o la del mercado laboral, que permitirá facilitar la contratación y el despido, algo esencial para lidiar con los problemas de competitividad de la economía española. Además, le reclama que presente cuanto antes los presupuestos para 2012.

Asimismo, señala que la falta de detalles sobre los planes presupuestarios del nuevo gobierno hacen difícil realizar cambios significativos en las actuales previsiones fiscales y de crecimiento. A la espera de conocer más detalles sobre los planes de Rajoy, prevé que la economía se contraiga en el cuarto trimestre del año y crezca sólo un 0,3% en 2012.

Sin embargo, la entidad dice que está claro que habrá «más austeridad» con el gasto reducido al mínimo inmediatamente y, particularmente, con recortes de los salarios y del empleo en el sector público. «Esto, en nuestra opinión, debilitará la confianza de los consumidores y dañará su nivel de gasto, que se ha mantenido sorprendentemente optimista», añade.

MEJOR RESULTADO POSIBLE

En opinión de la agencia, el resultado de las elecciones fue probablemente el mejor que el mercado podría esperar para calmar los temores, aunque advierte de que gran parte de la buena noticia que supone el cambio de Gobierno en España ya había sido descontado por los mercados.

La entidad cree que el hecho de que el mismo Gobierno controle los gobiernos regionales y central debe ser positivo, ya que reduce los riesgos de disputas políticas que se traduzcan en un desequilibrio fiscal. Además, subraya que el PP se ha ganado una reputación de estar más comprometido con la consolidación que el último gobierno socialista.

Por otro lado, HSBC resalta que los dos principales partidos políticos del país han demostrado haber entendido la gravedad de la situación y han trabajado, a veces incluso de forma conjunta, para garantizar a los mercados que cumplirán con la consolidación fiscal, lo que ha alejado al país de la «histeria» de los mercados durante un tiempo.

Sin embargo, pese a este compromiso de las autoridades españolas, su situación y la de otros países periféricos seguirá siendo complicada a menos que se adopten medidas «muy concretas» en el conjunto de la eurozona que subrayen su compromiso con el proyecto y nieguen totalmente la posibilidad de una ruptura.

RESPALDO CRÍTICO DEL BCE
En última instancia, eso requiere un acuerdo entre todos los gobiernos para adherirse a la normativa fiscal y la posibilidad de emitir eurobonos, pero, «con los gobiernos dando largas a estas soluciones», el único apoyo en los próximos meses tendrá que venir del Banco Central Europeo (BCE). «El apoyo del BCE es crítico para que España puede evitar un rescate», incide.

En su opinión, lo que España necesita es una combinación de políticas similar a la que existe en el Reino Unido, con el Gobierno adoptando un sólido plan de austeridad en el medio plazo, mientras es respaldado por el BCE, estimulando la economía con una política monetaria «ultra acomodaticia».

HSBC añade que, una vez más, le corresponde a la institución presidida por Mario Draghi ayudar a España a comprar el tiempo que necesita para desarrollar sus compromisos fiscales, bien mediante la compra directa de bonos en los mercados o relajando aún más su política monetaria para ofrecer los «muy necesitados estímulos» que la economía española requiere.

«Nos preocupa, sin embargo, que este apoyo del BCE sólo de producirá si hay una intensificación de las presiones del mercado en los principales países europeos haciendo que España, pese a sus recientes progresos, sea susceptible de un mayor contagio», añadió.

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