Frente a lo que son las Fusiones Bancarias en España, se piensa en Estrategias bursátiles donde los bancos españoles tendrán que realizar provisiones adicionales a las ya previstas en la reforma por valor de entre 10.000 y 50.000 millones de euros. La atención de los inversores en el medio plazo se centrará en la evolución de la morosidad (actualmente, en el 7,7% para el conjunto del sector).
Hay que tener en cuenta la fuerte debilidad económica como el actual, en donde los bancos tendrán problemas no sólo con el crédito inmobiliario, sino también con la cartera de préstamos a familias y los créditos a pymes.
La idea es evitar las entidades que tengan una exposición exclusivamente nacional para que los inversores que busquen un cierto grado de tranquilidad en sus carteras puedan tenerlo. La única excepción sería Bankinter, una de las entidades menos expuestas al crédito promotor, pero que ya está cara. Por otro lado, Santander y BBVA son las apuestas más seguras gracias a la diversificación geográfica de sus ingresos.
Reestructuración frente a las Fusiones:
Los inversores con un perfil de riesgo más elevado pueden encontrar oportunidades atractivas en la banca mediana, aunque han de ser conscientes de la fuerte volatilidad que va a acompañar a estos valores en el corto plazo. Una de las estrategias posibles es apostar por las entidades que van a participar del proceso de reestructuración en el que se ve inmerso el sector. Entre ellas, Banca Cívica, que ha protagonizado una escalada del 7% en la última semana al ganar peso la posibilidad de una fusión con CaixaBank.
Otra estrategia para tomar posiciones en el sector financiero es apostar por los valores más “débiles” o, en otras palabras, los más castigados. Se trata de entidades que afrontan importantes retos en el corto plazo, pero cuyo potencial alcista en el largo es muy elevado. Es el caso de Bankia, que se sitúa en mínimos históricos después de retroceder un 19% en el año.
Los seguidores del análisis técnico pueden considerar la inversión en Santander y Bankinter, aunque teniendo claros los niveles de entrada y salida de cada valor.
Santander y BBVA cuentan con la internacionalización, la exposición de Santander a España es del 25%, la entidad es la favorita de los analistas.
Si Bankia necesita fusionarse con otro banco, existe el riesgo de que sea Santander quien se lo quede, lo que penalizaría su cotización.
Pros y contras
· Solvencia y diversificación. Ambas cumplen con el listón de solvencia europeo. Su exposición a España es del 25%.
· Riesgo país. Si la economía española empeora más de lo previsto, toda el sector se vería penalizado.
Existe la posibilidad de que la entidad no sea comprada, con lo que el inversor se queda con una entidad en cartera cuyo futuro en el corto plazo puede estar rodeado de incertidumbres. Por otro, la prima ofrecida puede ser menor de lo esperado o directamente inexistente. Además, la mayoría de los expertos apuesta por que las operaciones de compra se producirán a través de un canje de acciones.
Cívica cotiza con un descuento sobre valor en libros del 60%, uno de los más elevados del sector. Además, presenta un gran margen de mejora, con un PER 2012 (precio/beneficio por acción ) de 15,1 veces, que en 2013 podría reducirse hasta las 6,1 veces. Otros candidatos a fusionarse con Cívica son Ibercaja y Kutxabank.
Entre las entidades que podrían participar en la reestructuración financiera está también Bankia. En principio, los candidatos a quedarse con la entidad serían los grandes bancos españoles. Bankia asegura que cuenta con recursos suficientes para afrontar los retos de la reforma en solitario.
Por otro lado, el tamaño bursátil del banco (con una capitalización de 5.000 millones de euros) no le hace presa fácil para ser comprado. (su única opción de compra era Unnim y se la ha llevado BBVA). Cada vez gana más peso la posibilidad de que Bankia sea fraccionada y que sea vendida por partes.
Banco de Valencia está pendiente de subasta. Sin embargo, los expertos advierten de que la inversión en este valor es sólo apta para especuladores. Cabe la posibilidad de que el banco que la adquiera no ofrezca ningún tipo de prima a los accionistas.