El banco malo se llamará Sareb y tendrá un Tamaño máximo de 90.000 millones. Además se transmitirán a él los activos adjudicados desde 100.000 euros y el crédito promotor desde los 250.000 euros.
Por otra parte, su consejo de administración tendrá de 5 a 15 consejeros, dichos datos muestran el importante Tamaño de Sareb. Algunos piensan que dar una mayoría de control del ‘banco malo’ a los privados supone asumir el riesgo de dar entrada a fondos especializados en hundir los precios. Al ‘banco malo’ irán, en primer término, los inmuebles adjudicados y los créditos a promotores de las entidades nacionalizadas.
Las entidades que reciban ayudas tendrán que traspasar al «banco malo» los inmuebles que se adjudicaron por el impago de deudas y cuyo valor supere los 100.000 euros y los créditos a promotores que tengan en su cartera, tanto los que estén en situación de morosidad como los que estén al corriente de pago, seimpre y cuando superen los 250.000 euros.
En el caso de los costos para el contribuyente, dependerá del precio al que compre los activos. Si lo hace a un precio muy elevado, los inversores no verán rentable su participación y el «banco malo» no podrá deshacerse de esos activos. Si la valoración es muy baja, las entidades podrían incurrir en más perdidas que tendrían que ser cubiertas con las ayudas europeas. El Estado podría ganar dinero si al cabo de los 15 años de vida de la sociedad, los activos, fruto de la recuperación económica, se revalorizan y se pueden vender a un precio superior.
Debemos tener en cuenta que Sareb puede generar pérdidas en los primeros ejercicios de sus 15 años de vida. Si así fuera, la sociedad podrá financiarse con fondos del rescate bancario europeo. En ningún caso, precisan en el ministerio, el banco malo incrementará la deuda pública española. Estará financiado en un 10% con liquidez que aporten los inversores privados y el FROB, y el 90% restante a través de emisiones de títulos de la Sareb que contarán con el aval del estado.
En ningún caso, se podrán llevar al Sareb las participaciones en grandes inmobiliarias. El Banco de España será quien fije los precios de transferencia de los activos, a partir de las valoraciones realizadas en el ejercicio de Oliver Wyman. En este caso, determinará un ajuste a los precios señalando un porcentaje al valor en libros de los activos. Cada tipología de activo tendrá su propio descuento.
Existirá un fondo de suelo, otro de promociones en curso, otro de viviendas terminadas. Estas filiales se denominan fondos activos bancarios y contarán con activos y pasivos totalmente flexibles, lo que facilitará la entrada de inversores privados. Esta fórmula es novedosa en España y se ha tenido que cambiar la legislación para poder concretar esta fórmula.
Cuando las entidades nacionalizadas empiecen a transmitir sus activos tóxicos, a partir del 30 de noviembre, sí deberá de tener inversores privados que cuenten con un mínimo del 55% de sus acciones.