Los bancos sanos del país serán los principales inversores de la sociedad de gestión de activos al que bancos y cajas con ayudas públicas deberán traspasar sus activos tóxicos.
Los inversores privados tendrán al menos el 55% del capital de ese banco malo. El resto quedará en manos del Estado a través del FROB.
El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (en adelante FROB) es una entidad de Derecho Público con personalidad jurídica propia y plena capacidad pública y privada para el desarrollo de sus fines. El FROB tiene por objeto gestionar los procesos de reestructuración y resolución de las entidades de crédito.
El Gobierno había reclamado a las grandes entidades financieras españolas, como Santander y BBVA, su participación en este instrumento que pretende limpiar las carteras inmobiliarias de la banca. La realidad es que participarán entidades financieras, excluyendo a las que transfieran activos a la sociedad, aseguradoras y otros inversores cualificados.
La compra de esos activos tóxicos se financiará principalmente con deuda senior avalada por el Estado. Los bancos y cajas que aparquen sus activos en la sociedad recibirán esos títulos, que podrán usar como garantía ante el Banco Central Europeo (BCE). Así, a la vez que se desprenden de activos problemáticos, podrán obtener liquidez del supervisor comunitario. Esta vía supondrá el 90% del valor de los activos. El 10% restante se financiará con deuda surbordinada y capital suscritos tanto por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), esto es, el Estado, como por los inversores privados.
Trabajo del Banco Malo:
El banco malo recibirá de los bancos y cajas con ayudas créditos a la promoción inmobiliaria, incluidos los inmuebles adjudicados por el impago de deudas como créditos hipotecarios. Todavía se está considerando la posibilidad de que la sociedad reciba otro tipo de activos, como créditos a empresas no inmobiliarias, cuando se advierta una grave deterioro de su calidad.
La matriz del «banco malo» dependerán una serie de fondos o unidades especializadas según el tipo de activos, de forma que la sociedad de gestión sea más atractiva para los inversores, que sí ha adelantado que los inmuebles traspasados a la sociedad no podrán tener un valor inferior a los 100.000 euros y los créditos a promotores deberán tener un valor superior a los 250.000 euros.
La Economía continúa trabajando en el diseño del «banco malo», que deberá estar en marcha a partir del 1 de diciembre a cambio de la ayuda de hasta 100.000 millones de euros a la banca española.
Será el 1 de diciembre cuando las cuatro entidades ya nacionalizadas (Bankia, CatalunyaCaixa, Novagalicia Banco y Banco de Valencia) traspasen sus activos al «banco malo». Posteriormente lo harán el resto de bancos que requieran apoyo público para recapitalizarse.
Es una realidad hoy en día que aproximadamente el 70% del sistema financiero español está en condiciones de afrontar un escenario muy adverso e improbable.
Recordemos que el ‘banco malo’ o sociedad de gestión de activos problemáticos, no se ocupará de los pequeños débitos del ladrillo. Las entidades de crédito receptoras de ayudas públicas solo le van a traspasar los inmuebles que se adjudicaron por impagos de los promotores cuando los importes sean superiores a los 100.000 euros, o los créditos que concedieron a estos clientes alcancen un valor superior a los 250.000 euros.