Bankinter opina que el nuevo Gobierno del PP cree un nuevo banco para sanear los activos inmobiliarios problemáticos en manos de las entidades e impulse una nueva fase del proceso de reestructuración financiera que reduzca unas pocas las entidades resultantes de la fusión de las antiguas cajas de ahorro, que ahora se reparten entre quince bancos y dos cajas.
El pasado 15 de noviembre, Bankinter distribuyó un informe a sus clientes, en el que recoge las medidas que considera que tomaría prioritariamente un Gobierno del PP con mayoría absoluta, escenario que es el que finalmente se ha materializado.
Bankinter consideraba que la transferencia de activos al este nuevo banco mencionado, se haría asumiendo pérdidas contra patrimonio, de tal manera que reflejase las valoraciones reales de mercado.
Esto llevaría a una recapitalización de las entidades cuyo patrimonio quedara deteriorado por la venta de estos activos, para lo que el fondo cuenta con un «amplio margen» de 99.000 millones de euros.
Luego, en una segunda fase, se avanzaría en proceso iniciado hace año y medio y que inicialmente redujo el número de cajas de ahorro de 45 a 15 bancos y 2 cajas que conservan esa denominación. Así, Bankinter no descarta que estas 15 entidades queden reducidas únicamente a 4 ó 5 instituciones.
En materia laboral, Bankinter espera que el PP adopte un contrato único de carácter indefinido, que elimine u otorgue una presencia residual a los contratos temporales y establezca una indemnización pactada de antemano entre empleador y empleado.
«Tenemos la impresión de que en la práctica se simplificarían las contrataciones a prácticamente dos modalidades: fija con indemnización prepactada y de proyecto u obra», precisa por su parte Bankinter.
Por ahora no habrá rebaja de impuestos
Respecto al ámbito fiscal, ve probable, por un lado, la ampliación del mínimo de la base de cotización, lo que implicaría elevar el número de contribuyentes, y una reducción de los tipos marginales del IRPF, aunque no a corto plazo. Asimismo, por otro lado espera una simplificación del Impuesto de Sociedades mediante la eliminación de las múltiples deducciones hoy existentes, así como una reducción del tipo a as pymes al 20%.
Para compensar estas medidas, se establecería una «mayor carga recaudatoria» sobre los impuestos indirectos —IVA e impuestos especiales–, de manera que se mejore la renta disponible de las familias, la posición de caja de las pymes y la recaudación se enfoque más sobre el consumo antes que sobre el ahorro.
Pese a estas medidas, Bankinter advierte de que existe un alto riesgo de que el déficit público y endeudamiento de 2011 sean revisados al alza, sobre teniendo en cuenta la desviación en el gasto de las comunidades autónomas y un crecimiento previsiblemente inferior al estimado por el Gobierno actual.
Acutalmente, Bankinter estima un crecimiento del 0,7% para 2011, frente al 0,8% esperado por el Gobierno, pero ya avisa de que «probablemente» lo revisará «aún más a la baja» tras las elecciones.
Asimismo, considera que el mercado «debería estar preparado» para un déficit superior al 7% y una deuda sobre PIB superior al 70%. Aun así considera que el mercado tiene «bastante descontada» una revisión a peor en estos términos.
A pesar de esto, en función de lo agresivas que sean las medidas aplicadas, es posible un crecimiento negativo del PIB en 2012. Si el nuevo Gobierno sigue las propuestas de Bankinter, ve probable una contracción económica durante los primeros dos trimestres del año, una estabilización en el tercero y un muy modesto crecimiento en el cuarto.