La reforma Bancaria hizo que en el sector, que en tres años ya ha cerrado 2.121 oficinas, se hayan destruido 14.340 puestos de trabajo. El problema mayor es que se prevé que en 2012 se pierdan hasta 12.000 empleos más.
En la actualidad las entidades siguen con sus ajustes. Un recorte significativo de costos —ya sea tras fusionarse o manteniéndose en solitario—, derivado del cierre de oficinas y el consiguiente ajuste de las plantillas.
Empleos:
Cuando comenzó la primera fase de su última reestructuración— con 277.732 empleados en plantillas, cerraba 2010 con 263.392, según las últimas cifras del Banco de España. En dos años, 14.340 trabajadores fueron a la calle, aunque la mayoría vía prejubilaciones. En esos dos ejercicios, bancos, cajas y cooperativas de crédito cerraron 2.121 oficinas, un 4,5% del total. Además, a lo largo de 2011, se destruyeron cerca de 7.000 empleos, y solo las principales entidades eliminaban otras 921 sucursales hasta junio.
Despidos que ya contaban en las previsiones del Gobierno, que no ha descartado que el paro español llegue este año a los seis millones de desempleados. Una vez finalizado este proceso de reestructuración, el sector funcionario acabará con cerca de 30.000 empleos menos y con un descenso de la capacidad instalada del 30% respecto al ejercicio récord, tanto de plantilla como de número de oficinas, de 2008.
El objetivo final es configurar un grupo de entidades más fuertes y eficaces que vuelvan a beneficios sólidos en dos años. Pero con una capacidad instalada y número de empleados más acorde con la situación actual, que compense la fuerte caída de márgenes del negocio bancario y mantenga el saneamiento de balances.
Fases Importantes:
En una primera fase, que iría desde principios de 2009 hasta verano de 2011, se dio una reducción de plantilla conjunta de alrededor de 15.000 personas. Este recorte de empleo se realizó, fundamentalmente, mediante prejubilaciones, que han supuesto casi el 90% de las salidas de trabajadores. El resto han sido ERE (Expedientes de Regulación de Empleo) y jubilaciones no cubiertas. Para estas fuentes, el ahorro unitario medio en costes de personal en esta primera etapa fue del 15%.
En una segunda fase, que iría desde verano de 2011 hasta principios de 2012, antes de anunciar el nuevo real decreto financiero elaborado por el ministro de Economía, Luis de Guindos, el cierre de oficinas y los despidos han seguido. Con la nueva ronda de fusiones, prevén que en esta segunda fase, que será mucho más rápida y acabará antes del verano, habrá un recorte añadido de entre 10.000 y 12.000 empleados.
Las dificultades vendrán del lado del empleo, ya que el mecanismo de prejubilaciones es mucho más complicado ahora, debido a que ya quedan muy pocas personas de mayor edad en el sector. Por tanto, los nuevos ajustes, a pesar de lo declarado por muchos directivos banqueros que han asegurado que seguirán intentando que las salidas y los ajustes sean lo menos traumático posible, afectarán a empleados más jóvenes, mediante medidas complementarias, como suspensiones de contratos y/o reducción de salarios.
La fusión de Unicaja con Caja España-Duero ha cifrado el ajuste en el despido de entre 1.500 y 2000 empleados. El presidente de BBVA, se comprometió a que el excedente de empleo y de oficinas tras adquirir la catalana Unnim se ajustará con medidas no traumáticas, sobre todo prejubilaciones.
El banco prevé recortar 1.300 empleos y cerrar 300 oficinas. La absorción de Banca Cívica por Caixabank se ha estimado que provoque el cierre de unas 1.000 oficinas y destruya unos 3.500 empleos. Y la unión de Ibercaja y Caja3 obligará a cerrar 200 oficinas.