Fitch Ratings es una agencia de rating global que ha asumido el compromiso de proporcionar análisis, información y opiniones de crédito independientes y con perspectiva de futuro a los mercados crediticios mundiales.
Las competencias globales de Fitch Ratings se complementan con una amplia presencia local, que abarca los mercados de capitales de más de 150 países a través de una red de 50 oficinas distribuidas por todo el mundo. Fitch Ratings goza de un reconocido prestigio entre inversores, emisores y banqueros gracias a su cobertura creíble, transparente y actualizada.
Con sedes centrales en Londres y Nueva York, Fitch cuenta con más de 50 oficinas en todo el mundo. Fitch Ratings forma parte de Fitch Group, una filial de propiedad conjunta de Fimalac SA y Hearst Corporation.
Fitch rebajó el rating o bien conocido como la calificación crediticia de importantes entidades, como es el caso de:
La rebaja significó dos escalones abajo de la calificación crediticia, anteriormente la agencia Fitch Ratings rebajó en tres escalones su calificación de la deuda soberana española, debido a sus malas expectativas macroeconómicas. Con una visión a futuro, la agencia considera que España seguirá en recesión durante 2013, empeorando así su solvencia crediticia.
Su calificación de las entidades mencionadas ha pasado para Fitch a BBB+ (un grado de calidad “satisfactoria”, pero ya no “buena”), en ambos casos con perspectiva negativa. Desde Fitch advierten que el hecho de que un banco goce de mayor nota que su país de origen es un fenómeno excepcional.
Por ello, destaca que existe un vínculo cerrado entre el riesgo bancario y el soberano, dado que la calidad de los activos y la rentabilidad son vulnerables a condiciones macroeconómicas adversas y a tendencias de mercado como las que está experimentando España.
Siguiendo el hilo de la cadena, la línea marcada por su matriz, Santander UK (Reino Unido) también sufre el recorte de calificación de Fitch, para pasar a situarse en A, en vez de A+.
Mapfre, también tras la estela del Reino de España. La agencia de calificación sigue la misma lógica aplicada a los dos grandes bancos del país en el caso de una de su mayor aseguradora, Mapfre. Dedicada igualmente al negocio financiero, la empresa sufre la degradación del Reino de España en sus propias carnes, con un recorte desde BBB+ hasta BBB- (dos escalones).
Mapfre es titular de 9.200 millones de euros en bonos soberanos españoles, y además el 55% de su negocio proviene de España, lo que hace a la empresa vulnerable a la negativa evolución económica.
Calificaciones asignadas por Fitch son opiniones basadas en criterios y metodologías establecidas que Fitch está continuamente evaluando y actualizando. Por lo tanto, las calificaciones son el producto del trabajo colectivo de Fitch y ningún individuo o grupo de individuos, es el único responsable de la puntuación. Las calificaciones no son hechos, y por lo tanto no puede ser descrito como “correctas” o “incorrectas”. Los usuarios deben referirse a la definición de cada calificación individual de orientación sobre las dimensiones de los riesgos cubiertos por el rating tal.