Desde que los directivos del BBVA desvelasen el proyecto de «ciudad BBVA» se sigue con mucho interés la evolución de este futuro símbolo de Madrid. A pesar de que la sede por excelencia del banco se encontraba en el Paseo de la Castellana, son muchos los edificios y oficinas que tiene el banco desperdigados por todo Madrid. Esto provoca muchas veces ineficiencia y pérdida de tiempo ya que algunos trabajadores tienen que desplazarse. Es por estos motivos por los que surgió esta nueva idea similar a la «ciudad» del banco Santander en Pozuelo.
Acaba de comenzar este mes la segunda fase de las obras. El complejo contará con 14.000 luminarias de tecnología LED de bajo consumo fabricadas por Philips, lo que lo convierte en una de las instalaciones más grandes de estas características de Europa. Unos 1.800 empleados del grupo bancario están instalados ya en la primera fase del complejo.
Actualmente se construye la segunda fase de la instalaciones, que contarán con siete edificios de tres plantas de altura y su elemento más característico: una torre elíptica de 19 plantas (93 metros de alto), que los propios trabajadores bautizaron como la Vela. Este complejo está situado en el conocido barrio de las Tablas. Está previsto que las obras terminen en enero o febrero de 2015, y albergará a 6.000 trabajadores del banco.
La Ciudad BBVA, ocupa una superficie de 114.000 metros cuadrados. Se han utilizado las tecnologías más eficientes en su construcción como la luz led. Una tecnología eficiente de última generación que permitirá a la entidad bancaria ahorrar cerca del 30% del consumo energético respecto a la fluorescencia y el 60% en función del aporte de luz natural y equipos de detección de presencia.
Se colocarán estores en las ventanas, que abren o cierran en función de la posición del sol, en las zonas de trabajo el sistema de control optimiza la iluminación en función de la entrada de luz y de la presencia (unos sensores en el techo miden el nivel de luz exterior). También en las salas de reuniones, los detectores perciben la presencia al entrar en un sala, lo que hace que las luces y la climatización aumenten o disminuyan, evitando así la emisión de 10 toneladas anuales de CO2. Además la mayor parte de la energía utilizada en el complejo será propia, gracias a los paneles solares situados en la azotea.
Esta nueva sede ha sido diseñada por los arquitectos Herzog y Maeuron (autores del Nido de Pájaro de Pekín y el Allianz Arena de Múnich, entre otras obras). En general en casi todas las estancias comunes se han instalado detectores de presencia y la luz se regula en función del número de personas. Cada una de las plantas y de los sectores del complejo tendrá el nombre de un continente. Los trabajadores ya instalados allí están en la zona «oceanía». Se incluirá además un centro deportivo y una guardería.