Al hablar de Los rescates de la Banca en 2012, estamos hablando de un acto de prestar o dar capital financiero a una entidad (empresa, país o individuo) que se encuentra en peligro de bancarrota, para salvarlo de la quiebra, insolvencia, la liquidación o la ruina, o para permitir que una entidad quiebre sin producir contagio financiero.
Para España, el rescate bancario será de 100.000 millones de euros otorgados por el Eurogrupo. La característica principal de dicho rescate es que se pagará en cuatro tramos (el último previsto a finales de junio de 2013).
Primer Tramo:
El primer tramo, de 25.000 millones de euros, estará disponible a finales de julio. El mecanismo europeo mantendrá esta ayuda en reserva con el fin de poder realizar desembolsos rápidos si hay necesidades urgentes en el sector bancario español.
En caso de utilizar el dinero del primer tramo, requerirá una petición del Banco de España y la aprobación de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el grupo de trabajo del Eurogrupo.
Segundo Tramo:
Los fondos que no se hayan utilizado del primer tramo se transferirán al segundo, que ascenderá a 45.000 millones de euros y se desembolsará a mediados de noviembre. Con esta ayuda se recapitalizarán o liquidarán a finales de noviembre, según los plazos marcados por Bruselas, las entidades nacionalizadas, una vez que la Comisión haya aprobado los respectivos planes de reestructuración o resolución.
Tercer Tramo:
El tercer tramo será a fines de diciembre, de 15.000 millones de euros. Con él se cubrirán las necesidades de recapitalización o liquidación de los bancos del grupo 2.
Se financiará la inyección, como medida preventiva, de bonos contingentes convertibles en entidades del grupo 3 que requieran un aumento de capital superior al 2%.
Cuarto Tramo:
El rescate bancario se completará a finales de junio de 2013, con un importe estimado de 15.000 millones de euros. Cubrirá la inyección de capital en los bancos del grupo 3 que no logren su objetivo de conseguir los fondos en el mercado.
El pago de cada uno de los tramos a España deberá ser autorizado por el grupo de trabajo del Eurogrupo o por los propios ministros de Economía de la eurozona. Y estará supeditado al cumplimiento de las condiciones.
La ayuda se inyectará en forma de bonos del FEEF, con un vencimiento máximo de 15 años y medio de 12 años y medio. El préstamo europeo se canalizará a través del FROB, que lo dirigirá luego a los diferentes bancos.
Se podría decir que antes de agosto, España recibirá los primeros 30.000 millones de euros. Luego llegarán más fondos a medida que cumpla con las exigencias que incluyen subir impuestos, bajar gastos y permitir que supervisen sus cuentas y su sistema financiero.
El préstamo lleva duras condiciones también para la banca, se podrá exigir reestructuración de entidades bancarias, cierre de oficinas, despidos de personal, eliminación de bonus a los directivos y dividendos a los accionistas e incluso la liquidación de algún banco si cerrarlo sale más barato que mantenerlo a flote.
Además, todo el sector bancario español -incluso los bancos que no pidan ayudas- deberá aumentar hasta un 9% su capital de máxima calidad, lo que podría reducir aún más los créditos a la economía y agravar la recesión.